La NASA y la NOAA han revelado las primeras imágenes captadas por el nuevo satélite GOES-19, una herramienta de monitoreo climático diseñada para rastrear la actividad de relámpagos y mejorar la precisión en los pronósticos de tormentas. Estas imágenes, tomadas mientras dos huracanes consecutivos azotaban Estados Unidos, nos muestran de cerca la intensidad y belleza de estos fenómenos, a la vez que brindan datos esenciales para entender mejor la formación y el impacto de tormentas devastadoras.
El satélite GOES-19, parte de la serie de Satélites Ambientales Geoestacionarios, está equipado con un Mapeador Geoestacionario de Relámpagos (GLM), el cual ofrece una visión avanzada de los distintos tipos de rayos, no solo los que alcanzan la tierra, sino también los que permanecen en el cielo. Durante la formación de los huracanes Helene y Milton, las agencias espaciales capturaron datos de rayos que rodeaban estos fenómenos meteorológicos, proporcionando imágenes detalladas de la evolución de las tormentas y sus patrones de actividad eléctrica.
Huracanes Helene y Milton: Una Mirada Desde el Espacio
En septiembre, mientras se formaba el huracán Helene, el GLM capturó imágenes de tormentas eléctricas convergiendo en su núcleo, resultando en un huracán que causó estragos en seis estados. Por otro lado, cuando Milton evolucionó hasta alcanzar la categoría 5, los intensos rayos en su núcleo mostraban la potencia de la tormenta que más tarde devastaría partes de Florida.
GOES-19 y el Futuro de los Satélites de Monitoreo Climático
El GOES-19, lanzado en junio en un cohete Falcon de SpaceX, se encuentra aún en pruebas, pero su impacto en la predicción del clima ya se hace notar. Este satélite, que reemplazará al GOES-16 como GOES-East en abril de 2025, está diseñado para monitorear eventos climáticos extremos, desde tormentas y nevadas hasta incendios e inundaciones. Orbita a 75° Oeste, junto con GOES-West, que cubre el lado opuesto a 132° Oeste, permitiendo una vigilancia continua sobre el hemisferio occidental.
Mientras tanto, la NASA y la NOAA ya están desarrollando la siguiente generación de satélites: el sistema Geoestacionario de Observaciones Extendidas (GeoXO), que ofrecerá aún más capacidades. Esta próxima serie incluirá instrumentos para rastrear la calidad del aire, detectar la presencia de algas en los océanos, monitorear derrames de petróleo y mucho más, asegurando que la tecnología de monitoreo climático siga mejorando.