¿Alguna vez te has preguntado cómo se preparaban los antiguos guerreros para enfrentar sus batallas? Según un estudio reciente liderado por un equipo de investigadores polacos, los guerreros germánicos del norte de Europa, en tiempos del Imperio Romano, podrían haber recurrido al consumo de estimulantes para aumentar su coraje y reducir el estrés en el campo de batalla.
Los investigadores, encabezados por el arqueólogo Andrezej Kokowski y un grupo de biólogos de la Universidad María Curie-Skodowska, analizaron artefactos con forma de cuchara encontrados en cinturones de guerreros germánicos de la época. Estos objetos, con mangos de entre 40 y 70 milímetros y pequeñas vasijas de 10 a 20 milímetros, habrían sido utilizados para medir y administrar dosis precisas de sustancias psicoactivas, según la hipótesis planteada.
El estudio, publicado el 26 de noviembre en De Gruyter, desafía la idea de que el uso de narcóticos en la antigüedad estaba limitado a las civilizaciones mediterráneas como los griegos y romanos. Aunque existe evidencia de que estas culturas consumían sustancias como el opio, no se había encontrado una relación directa entre las tribus germánicas y el uso de estimulantes, más allá del alcohol.
Sin embargo, al examinar estos pequeños artefactos encontrados en regiones como Alemania, Escandinavia y Polonia, el equipo sugirió que podrían haber servido para consumir sustancias como amapola, cáñamo, belladona, lúpulo, beleño y ciertos hongos. Estas sustancias eran conocidas por sus efectos medicinales y rituales, y su uso habría permitido a los guerreros alcanzar un estado de mayor concentración y valentía antes del combate.
“Es posible que estos estimulantes ayudaran a los guerreros a manejar el estrés de la batalla y potenciar su coraje, reduciendo el riesgo de sobredosis gracias a la precisión que ofrecían estos utensilios”, explicaron los investigadores en el informe.
Además, el estudio sugiere que la organización necesaria para adquirir, distribuir y consumir estas sustancias pudo haber impulsado la economía de la época de maneras que aún no comprendemos del todo.
Aunque esta teoría aún no está confirmada, plantea una visión fascinante sobre cómo los guerreros germánicos pudieron haber utilizado sus conocimientos y recursos para enfrentarse a las fuerzas romanas. Y, honestamente, enfrentarse a un ejército tan disciplinado como el romano podría justificar el uso de una «ayuda extra» en el campo de batalla.